Es muy común encontrar a personas que confunden el significado e implicaciones del talento en un trabajo artístico o con algún tipo de intervención creativa.
¿Qué es el talento y qué entendemos por talento?
El talento es un indicio que muestra nuestra inteligencia más receptiva a ciertas actividades, ésto es, si algo se te da bien, tu inteligencia (de forma intrínseca, por naturaleza) se activa y hace que sientas facilidad para realizar una actividad que, normalmente, por el hecho de que se nos dé bien, nos provoca placer y sensación de autorrealización.
¿Qué se entiende por talento? El hecho de que se nos dé algo bien y nos haga destacar un poco sobre la media, lleva a la gente a confundir el significado del talento y a olvidar que para que ese talento crezca hay que alimentarlo; ésto es: el talento sin trabajo no es nada. El talento es la prueba de que ahí hay un diamante en bruto que hay que pulir, y si no lo trabajas ni lo pules, se confundirá con el resto de piedras, perderá el brillo que en algún momento tuvo y se perderá por el camino.
En actividades artísticas (no descarto que en otras de alta implicación intelectual suceda lo mismo), por falta de conocimiento sobre todo, las personas ajenas a éste campo obvian el trabajo duro y le dan el mérito al TALENTO. P.ej: Es que Pepita tiene mucho talento, por eso lo dibuja así de bien. Y no piensan en los años que lleva Pepita explotando y trabajando esa mina que encontró bajo el talento para hacerlo así de bien.
La cultura occidental tiene la mala costumbre de asignar el calificativo «inteligente» a las personas que hacen los test CI bien, dando prioridad a los cálculos matemáticos, comprensión lingüística, memoria… sobre el resto de inteligencias de las que disponemos. -Howard Gardner y Sir Ken Robinson tratan ampliamente la teoría de las inteligencias múltiples y el hallazgo del talento, postura que comparto con ellos- ¿Por qué los Matemáticos son llamados inteligentes y a los Artistas se nos llama talentosos? ¿No puede ser increíblemente inteligente una persona que se exprese con su cuerpo o con trazos sobre el papel? Yo diría que sí, y que hace falta apertura mental para dejar de lado la discriminación de las actividades artísticas, entender que la inteligencia es la capacidad de asimilar, comprender unos conceptos para luego aplicarlos en los diferentes problemas que nos vamos encontrando, y que éstos problemas pueden estar ligados a la percepción espacial, a cómo crear una armonía sinfónica, a cómo (nos) sentimos o incluso a cómo nos relacionamos con otros individuos, valorando éstas como importantes al mismo nivel de las habilidades lingüísticas, de la memoria o de las matemáticas.
Si hay algo que envidio profundamente de Asia, es que ahí se cree en el esfuerzo, en la entrega y la pasión que se pone en lo que se hace.
Así pues, la decisión más importante será a qué te quieres dedicar, cómo lo puedes aprender y qué puedes hacer con lo que ya tienes. En mi caso, esa siempre ha sido la fórmula que he aplicado para afrontar los nuevos retos que me voy encontrando y atajarlos lo más exitosamente posible -de momento me funciona-. Si algo te apasiona realmente, no cabe que la opción de fracaso sea motivo para tirar la toalla. Parafraseando a Samuel Beckett: Hay que fracasar sin miedo, fracasar, fracasar de nuevo, fracasar mejor. Aprender de los errores para hacerse cada vez más grande.
Besitos ilustrados:
Eve Mae.