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Hoy en Kung-fu para ilustradores novatos voy a hablar del tema que más quebraderos de cabeza puede dar cuando decidimos dedicarnos profesionalmente a ilustrar o diseñar: los presupuestos. Voy a dedicar tres entregas a éste tema, porque es bastante complejo y quiero que resulte lo más sencillo posible de entender.
Si te has planteado alguna vez preguntas como ¿Cuánto cobro por mis ilustraciones? ¿Cómo pongo precio a lo que hago? ¿Qué se tiene que cobrar por un diseño? ¿Estoy pidiendo demasiado poco? Quédate, que empezamos.
Cómo poner precio a tu trabajo
Si vas buscando una tabla única de precios que te diga lo que se tiene que cobrar por diseño no te puedo ofrecer algo así, pero sí ayudarte para que seas capaz de crear la tuya propia; has de saber que el precio depende de muchas variables, desde tu nivel de profesionalidad, el tiempo, los materiales… vamos a hacer un breve repaso para que te quede más claro.
A la hora de fijar un precio, hay tres variables que van de la mano: Calidad, tiempo y presupuesto.
La calidad depende de tu experiencia, el tiempo depende de la dificultad del proyecto, tu disponibilidad, y la prisa de tu cliente; y el presupuesto depende de lo que pidas o lo que puedan pagarte, para lo cual será preciso que hagas algunas estimaciones y ver si ganas o no con ese encargo.
Como bien sabes, un presupuesto es el cálculo anticipado del coste de una obra o servicio, los cálculos que hagas te van a servir para negociar con tu cliente/a y prever un margen de beneficios a cambio del trabajo que te estén encargando.
Presupuesto: Claves a tener en cuenta a la hora de estimar el precio
-¿A quién va a ir dirigido el producto que estás diseñando? No puedes cobrar lo mismo por un logo para una frutería de barrio que un logo para una empresa multinacional.
–Qué difusión va a tener: ¿Es para un particular o lo van a vender después?
Considera si en tu encargo estás cediendo los derechos de explotación de la obra para que sea reproducida y comercializada o si es un encargo privado para un particular que va a colgar el diseño enmarcado en su casa y no va a dar ningún tipo de difusión a la obra.
–La exclusividad se paga. ¿Te están pidiendo un ejemplar único o es una reproducción entre varias? A mayor exclusividad mayor precio, y viceversa. Recuerda que el acabado también es importante, no puedes cobrar lo mismo por un trabajo único pintado a mano sobre lienzo que por una reproducción offset o digital.
-¿Qué materiales necesitas para crear la obra? Has de tener en cuenta el valor, el uso y el desgaste del material: Apunta el precio de todo lo que compras para trabajar y plantéate ¿Es un soporte de un solo uso? ¿Cuánto pueden costar/durar los pinceles y la pintura que estás gastando? Recuerda también que tu equipo digital es una gran inversión con fecha de caducidad, por ejemplo si trabajas muchas horas con el ordenador, cada uso implica que la vida de ese equipo se está acortando. Podrías hacer una división entre lo que te costó y los días, meses o años aproximados que puede durar un equipo de dichas características, así podrás conocer lo que te cuesta su uso cada día que trabajes en el encargo que te hayan hecho.
-El lugar donde trabajas también implica un gasto: Luz, agua, alquiler, impuestos… has de incluir un tanto proporcional del gasto producido durante las horas que dedicas exclusivamente a ese encargo.
-¿De cuánto tiempo dispones?/¿Cuánto tiempo te va a llevar hacerlo? Debes poner un precio a las horas que empleas en hacer el proyecto y tener en cuenta la prisa de tu cliente.
-¿Cuántas revisiones incluye? Los arreglos de última hora también hay que tenerlos previstos y cobrar por cada uno de ellos. (En mi siguiente post profundizaré sobre éste tema y os daré varios trucos para gestionarlo, ya que creo que merecerá la pena ceder algo de atención a éste punto.)
Tiempo: ¿Cómo calculo el precio por hora o el precio por proyecto?
Indispensable: cronométrate. Toma el reloj o el cronómetro del móvil y anota tus tiempos haciendo diferentes tipos de proyectos.
Has de ser consciente del tiempo real que dedicas a hacer cada tipo de proyecto, entre bosquejos, pruebas, diseño, etc. En muchas ocasiones medir el tiempo a ojo sin tener experiencia puede ocasionarte pérdidas, ya que te puede pasar que pienses que acabarás ese encargo en dos tardes, pasas un precio por esos dos días de trabajo y al final te ves trabajando dos semanas por un encargo de 45 euros… y si tienes pensado vivir de ésto, no es plan. Es un error que cura la experiencia, pero prefiero ponerte sobre aviso.
¿Hay prisa? Los encargos urgentes te pueden privar de tu ritmo normal de trabajo e influir en el resto de tus proyectos; esas condiciones de presión se pueden aliviar con una muy buena organización por tu parte, pero siguen siendo condiciones especiales. Aplica un tanto por ciento al presupuesto total para satisfacer éste esfuerzo extra que estás haciendo y explícaselo a tu cliente antes de empezar.
Calidad: Ten en cuenta tu nivel.
Procura ser honesto/a contigo mismo/a para evitar frustrarte, si tu falta de habilidad o tu poca experiencia te limita para hacer el encargo, empieza por hacer encargos cortos y sencillos y aumenta progresivamente la dificultad.
Para fijar el precio por hora has de tener en cuenta todos los datos que te he enumerado en el punto anterior y buscar una media razonable en función de tu experiencia.
[blockquote author=»» link=»» target=»_blank»](…) para evitar frustrarte empieza por hacer encargos cortos y sencillos y aumenta progresivamente la dificultad.[/blockquote]
Ahora bien, calidad, tiempo y presupuesto van de la mano, de modo que:
Un acabado de gran calidad implica una inversión mayor de tiempo por tu parte, por lo tanto el presupuesto ha de ser mayor.
Si el presupuesto es limitado no se pueden mantener esas condiciones de calidad, un encargo que conlleve mucho trabajo a cambio de un bajo precio sería asequible si la fecha de entrega fuese muuuuy holgada, sin prisas, y que a su vez te permitiese hacerte cargo de otros encargos. (Recordemos que tienes que comer)
Si el cliente pide un trabajo de calidad, con prisas, a cambio de poco dinero… es mejor renegociar ese encargo o decir que no. (A veces también hay que hacerlo).
Si acabas de salir de la escuela de arte y estás muy perdido/a te puedes orientar también por el salario mínimo interprofesional para ver cuánto es lo mínimo que cobraría cualquier trabajador por una hora y luego llevarlo a tu terreno; después, conforme vayas ganando experiencia verás que acabas tus encargos a una mayor velocidad y podrás incrementar tu cachet como artista.
Sé que es un tema bastante complejo, pero es algo que precisa paciencia y que se aprende sobre la práctica, no hay una fórmula definitiva, has de encontrar la tuya.
¡Te deseo toda la suerte del mundo y espero que mi post te sirva de ayuda!
Nos vemos en la siguiente entrega de «Kung-fu para ilustradores novatos».
Si eres un artista profesional, o simplemente pasabas por aquí y tienes alguna sugerencia o crees que hay algo que se puede mejorar en éste post puedes ponerte en contacto conmigo a través de mis redes sociales o rellenando el formulario de contacto de la web, estaré encantada de leer tus recomendaciones.
¡Gracias por llegar hasta aquí en la lectura!
Un beso enorme,
Eve Mae.