A veces, en una profesión creativa como puede ser la de ilustrador, diseñador, dibujante de cómics… cuando nuestra mente de homínidos exigentes respecto a lo que queremos ver y nuestras habilidades no están coordinadas, se produce lo que llamamos «BLOQUEO ARTÍSTICO», me explico:
La curva de aprendizaje de los ilustradores tiene dos componentes que están en constante evolución a lo largo del tiempo, «lo que queremos ver» y «nuestras habilidades motrices»; durante el trabajo, nuestra mente valora a cada instante lo que estamos haciendo, cada trazo, cada mancha, lo ideal sería evolucionar de una forma paralela ambas cualidades, pero para crecer en el mundo de las artes creativas eso es imposible, el profesional se sorprende a cada instante y ese toque de «locura» que todos tenemos hace que éste sea un trabajo interesante. Una progresión sin altibajos sería peligrosa, ya que si en todo momento todo lo que hemos hecho nos pareciese correcto querría decir que estamos estancados, que no evolucionamos.
Normalmente nuestras habilidades motrices mejoran con la práctica, y nuestras exigencias tienden a aumentar con el progreso.
Si lo que tenemos delante de nosotros está siendo valorado como positivo, eso quiere decir que nuestras habilidades como ilustradores, están un poco por encima de lo que nuestro ojo estaba preparado para ver, en ese momento el dibujante o el artista creativo se encuentra muy bien, ha superado sus propias expectativas, es feliz, sigue adelante, pero sin darse cuenta su visión va a hacer que en un futuro cercano llegue una fase de súper-exigencia debido a que las expectativas sobre lo que se quiere ver en el papel han aumentado de golpe mucho más de lo que lo han hecho sus propias habilidades, justo en el momento que nuestras exigencias visuales se posicionan por encima de nuestras habilidades se produce un bloqueo creativo, pensamos «¡¿¡Pero qué ha pasado!?! ¡si yo antes molaba! ésto es feísimo, qué horror… no sirvo para ésto». Éste es un estado mental que frena temporalmente el crecimiento de nuestras habilidades motrices ya que hace que nuestro interés baje, practicamos menos y aprendemos menos cosas en un tiempo más prolongado debido al miedo que tenemos de fracasar en nuestro siguiente intento; ésto, puede llevar a que no dibujemos durante horas, días, semanas…
El descanso en un momento así puede ser bueno, pero lo más recomendable sería dibujar sin miedo, que no nos preocupe si hacemos un dibujo un poco peor que lo que esperábamos, podremos aprender de esos errores para seguir avanzando. Cuando conseguimos seguir adelante nuestras habilidades vuelven a acercarse a lo que esperábamos de nosotros en un principio, nos volvemos a sorprender y después de pensar que somos la caña volvemos a caer, pero tenemos que recordar siempre, que ésta caída será para volver a levantarnos. No podemos dejar que las emociones nos dominen al cien por cien, ya que sino, el miedo se apoderaría de nosotros y dejaríamos de dibujar; hemos de recordar que nuestras habilidades no han desaparecido, siguen ahí, solo es que no sabemos encontrarnos con ellas en ese momento. No debemos temer el bloqueo ya que va a estar presente en muchos momentos de nuestra vida creativa, si fluimos con él y seguimos dibujando poco a poco todo volverá a la normalidad.
On-line hay algunas páginas que proponen ejercicios de re-disposición para dibujar, garabatear, hacer actividades creativas. Yo os recomiendo los cambios de rutina, hacer actividades que no acostumbremos a hacer y sobre todo, vigilar nuestro «ritual» antes de dibujar para volver a emocionarnos cada día con nuestro trabajo.
Si queréis seguir investigando sobre el tema os recomiendo que echéis un vistazo al canal de Sycra, que lo expone de un modo algo más completo, es un Concept Artist bastante bueno para mi gusto; la única pega para quienes no lo hablen es que está todo en inglés, pero aún así comparte con sus seguidores grandes recursos y reflexiones muy interesantes.
Besitos a todos.
-Eve Mae-