A veces es bueno pararse a reflexionar, dejar las prisas a un lado y hacer una valoración de lo que se tiene para poder afilar las armas y seguir adelante. Pues bien, me encuentro en ese punto de reflexión y me gustaría compartirlo con todos vosotros.
Dentro de poco hará dos años desde que me embarqué en una aventura llamada CÓMIC, a primera vista una locura, sin haber hecho nunca nada relacionado con ello y proviniendo de un lugar donde éste género está a medio demonizar, me armé con mis conocimientos de ilustración y me largué a Barcelona a fracasar, sí, como lo leéis, así, sin anestesia ni nada, mi idea en un principio era esa: llegar, estrellarme contra todos los muros, darme de bruces el mayor número de veces posible en el periodo de tiempo que estuviese allí, llegar a mi límite, a las instancias más oscuras del fracaso.Y así lo hice.
Entré directamente en 4º curso explorando un mundo totalmente desconocido para mi y fracasé estrepitosamente durante un período considerable, mi talento para fracasar era increíble, pero, tras unas semanas, después de aquello, el fracaso iba dando sus frutos y mi estrategia también: En un tiempo récord aprendí lo que no tenía que hacer. Y a partir de ahí… comenzó la mejor parte de la historia: aprender de los grandes profesionales que me rodeaban. A decir verdad toda mi experiencia por el Norte fue increíblemente productiva, desde los conciertos ilustrados hasta la última viñeta que hice en la mesa de la clase de Aerografía (donde aprendí Narrativa). Cierto día, poniendo en jaque mis habilidades me tocó entintar. ENTINNNTAAAAAAR esa palabra que despierta pavor entre los alumnos de Art Gráfic, que piden aprender tinta hasta en la hora del bocadillo. Pues bien, entinté mis primeras páginas con la mayor dignidad que pude y… oh, maravillosa casualidad. Subí la foto de la hazaña a facebook y mi futuro compañero de batallas comiqueras dio conmigo.
El hecho de viajar sin miedo (pero con una precaución inteligente) de fracaso en fracaso me llevó al principio de mi aventura profesional y a lo que se tradujo posteriormente en publicar como Colorista en Estados Unidos mano a mano, nada menos que con Roger Bonet (Inker en Marvel haciendo Avengers, Age of Ultron… y en otras series bastante reconocidas) también ha desencadenado otra serie de sucesos positivos a nivel profesional que ya os contaré.
Mi filosofía de vida, desde siempre ha sido la de perseverar y aprender de mis propios errores, eso sí, cada error ha de ser diferente del anteriormente cometido, son errores con puntería, ¿cómo puedo pensar ésto? Pues lo tengo claro, si no tengo nada, nada tengo que perder, y equivocándome, sencillamente gano, me llevo experiencia. Creo que para crecer, es una pérdida de tiempo dedicarte a lo que ya sabes hacer, el camino seguro está bien, pero hay que darle algo de emoción de forma gradual para que tenga sentido, hay que salir de «La zona de Confort».
Hay quien hablaría de finales felices, para mi ésto es tan solo el comienzo.
Portada de la edición en Castellano a la izquierda, en su interior incluye una de las estampas de Goya dibujada por mi. A la derecha, el cómic que salió en la edición Americana coloreada por mi. |
Créditos de la obra «The Westwood Witches #3» |
http://digital.comicsplusapp.com/series_comic_details.php?product_id=com.iversecomics.amigo.comics.westwood.witches.three.english.11052013
Y ya, os dejo al tanto también de que estoy preparando un nuevo trabajo como Autora y Guionista; acabo el post como acaban las buenas series:
CONTINUARÁ…