por Eve Mae | Jun 6, 2018 | Artículos, Tips para ilustradores novatos, What I do, What I think
¡Hola, querido/a visitante!
¿Alguna vez te has preguntado qué es eso que hace falta a un ilustrador para marcar la diferencia, qué valores comparten los buenos ilustradores o por dónde hay que empezar para ser un buen ilustrador?
Hoy vamos a dedicar un momento a resolver esas preguntas con éstos diez mandamientos del buen ilustrador freelance que resumen partes del carácter y hábitos que comparten con frecuencia los buenos ilustradores y os daré unas cuantas recomendaciones para que podáis entender y poner en práctica algunos de esos hábitos.
- Si no sabes algo investigarás. Los buenos ilustradores comparten una actitud en la que predominan optimismo, valentía y decisión, pero para poder aplicar esos valores hace falta formación y talento. Una vez tengas eso, tendrás que confiar en ti, enfrentarte a tus dudas y aprender a convivir con tus propios miedos.
- Respetarás al resto de compañeros/as ilustradores de la comunidad y sus respectivas obras.
Da igual el nivel que tengan los otros, menospreciar o faltar el respeto a otros no te convierte en mejor profesional.
- Serás constante.
A los buenos ilustradores casi siempre los verás con el lápiz o el boli en la mano. Para convertirte en ese ilustrador/a que sueñas ser, es preciso trabajar a diario y construir un hábito que te ayude a mantener en forma tu creatividad y tus habilidades de dibujo.
- Tomarás notas y darás soporte a tus ideas.
Desconfía de tu memoria y lleva siempre contigo una libreta o un dispositivo sobre el que anotar tus ideas, proyectos, encargos… porque las ideas vienen y van, y si no las coges al vuelo, se pierden por el camino y acaban por aparecer en la mente de otros.
- Tus ídolos serán una fuente de inspiración, no un motivo de frustración.
Que otro artista sea bueno no te resta calidad.
- Aceptarás el error como parte del proceso.
Harás dibujos feos, muchos, luego ocasionalmente saldrá alguno con el que estarás contento/a. Tendrás que aceptar el error como parte del proceso, todo ilustrador hizo en su día una cantidad ingente de dibujos horribles antes de que le saliese uno decente. Tú no vas a ser menos, pero te darás cuenta de que no pasa nada. Todo esto forma parte del aprendizaje.
- No te tomarás los rechazos editoriales ni las críticas artísticas como una ofensa personal, sino como una señal para aprender o mejorar.
Te va a tocar convivir con las críticas y practicar la resiliencia1 para poder convertirte en un mejor ilustrador/a.
- No plagiarás, firmarás, ni venderás como tuyas las fotos o ilustraciones de otros profesionales.
Respeta las leyes y el trabajo de los otros o tu carrera no alcanzará ni a despegar.
- Cuidarás lo que publicas en tus redes sociales.
Si quieres que la ilustración sea tu modo de vida olvídate de subir esas fotos de la última fiesta en la que estuviste, a tus clientes no les interesa. Es importante construir y mantener una imagen limpia en las redes sociales porque se van a convertir un una herramienta esencial para dar a conocer tu trabajo y captar clientes.
- Crearás métodos de organización para tu día a día.
¿Seguro? ¿Pero los artistas no son unos bohemios? Algunos sí, los se dedican a ésto como hobby. Si quieres ganar tiempo, convertirte en un ilustrador profesional de verdad y que te vaya bien es muy recomendable que lleves una agenda al día y que construyas y respetes tus propios horarios.
Si quieres llegar a ser un/a ilustrador/a profesional algún día, antes que convertirte técnicamente en un erudito te hará falta ser buena persona. Será mejor que te lleves bien con la gente que te rodea, que actúes con educación y cautela, trabajando para que lo que dibujas hoy sea mejor que lo que hacías ayer, sin la necesidad de compararte o dañar a otros para ascender. Si se te da bien y además es algo para lo que sientes que has nacido ten mucha paciencia y resiste, esto es una carrera de fondo en la que no sabes quién puede convertirse el día de mañana en tu editor ni quién te tenderá la mano en el momento más complicado de tu carrera… o incluso de tu vida.
En mis siguientes posts profundizaré en todo esto que os cuento para que lo puedas aplicar y te contaré los métodos que mejor me funcionan a la hora de organizarme en mi día a día.
¿Quieres saber más? ¿Crees que éste contenido es mejorable? Si tienes sugerencias escríbeme. ¡Las críticas constructivas son siempre bienvenidas!
Muchísimas gracias por tomarte el tiempo de leer mis letras. 🙂
Nos leemos el próximo sábado.
Un abrazo,
Eve Mae.
1Resiliencia:
Del ingl. resilience, y este der. del lat. resiliens, -entis, part. pres. act. de resilīre ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’.
1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
Definición extraída del diccionario de la Real Academia Española: http://dle.rae.es/?id=WA5onlw
por Eve Mae | May 27, 2018 | Artículos, Tips para clientes, What I think
¡Hola a todos! Estimados visitantes y queridos recién llegados.
El pasado miércoles os facilité unos cuantos consejos a modo de orientación a la hora de hacer encargos a ilustradores freelance, hoy me gustaría tratar algunos tipos de encargos problemáticos que se solicitan con mayor frecuencia para daros algunas recomendaciones. Voy a basarme en mi experiencia personal contrastada con otros compañeros del gremio.
Paso a contaros algunas de las peticiones (todas reales) que recibimos más a menudo y, en caso de que haya una alternativa, os contaré el modo más apropiado de encargar lo que se pide:
1. Diseños que se asemejan a otros diseños:
¿Puedes dibujar como el ilustrador (x) que me gusta muchísimo? O ¿Puedes poner esto que vi en la campaña de (x) marca?
Para dibujar o crear como el ilustrador que estás pidiendo ya está ese ilustrador. Si contactas con un/a profesional se da por supuesto que quieres algo de él/ella, no una versión barata de (x).
Está bien dar referencias de lo que te gusta para que el profesional entienda lo que le pides, una referencia es un punto de partida y eso no está mal para tenerlo en cuenta, pero no es apropiado plagiar un estilo o copiar campañas de otras marcas; además, cuando el producto por el que has pagado saliese a la luz, tu empresa perdería identidad propia, y no nos interesa ir pareciendo “la versión cutre de” después de haber gastado un dinero en un diseño para nuestro negocio, ¿verdad?
Especifica algo bueno del referente que te gusta para que el creador haga una reinterpretación con su propio estilo y personalidad.
2. Versionar fotografías/imágenes existentes:
¿Puedes dibujarme ésta foto que vi en internet (cuyos derechos de explotación no me pertenecen) para mi empresa/negocio?
¡No, no debo! Aunque sea para hacer un dibujo, esa foto esconde un trabajo de ideas, composición, iluminación y otros valores que ha aportado su autor/a y no está bien emplear material de otras personas para lucrarnos sin su consentimiento, al hacerlo estaríamos infringiendo los derechos de autor de esa imagen. Una alternativa muy válida sería que las fotos fuesen tuyas, tomadas por ti y basadas en tus propias ideas, o bien compradas a otro profesional (si acepta) informándole previamente de lo que quieres hacer con las imágenes.
3. Modificaciones sobre diseños existentes:
Te paso éste logo en formato .jpg (de otra empresa) para que me lo vectorices y luego le cambias las letras, ¿vale?
Una vez más, no. Al alterar un original que no nos pertenece, nos estaríamos saltando las leyes.
4. Usos de material sin licencia
Caso 1: Tengo éstas imágenes (cuyos derechos no me pertenecen), móntame un cartel/portada/diseño y le pones ésta frase tan chula que he visto en internet.
Caso 2: Oye, ¿tú sabrías quitarle las letras a ésta foto y luego me la pasas para ponerla en mi web?
En ambos casos reincide el mismo problema, si las imágenes no te pertenecen o no son libres de derechos, se consideran violaciones de copyright.
Copyright es el término inglés que se usa para identificar los “Derechos de Copia” o “Derechos de autor”
5. Usar los diseños en otros proyectos o con usos no acordados con el diseñador/ilustrador:
Imagina que encargas una lámina que te gusta mucho y dices que es para enmarcarla y colgarla en tu casa. Luego un día decides hacer merchandising, se entera el ilustrador/a, pilla un cabreo monumental y te acaba denunciando para que le indemnices. ¿Qué ha pasado?
Éste caso se repite bastante a menudo, bien por desconocimiento del cliente, o bien es consentido por la falta de experiencia y formación legal del ilustrador o diseñador implicado.
Si el autor/a de los diseños no te da su consentimiento explícito mediante un acuerdo por escrito no puedes emplear esas imágenes para otra cosa diferente a la que acordasteis en un principio. Cuando encargas una lámina, estás pagando por tu derecho de poseer la reproducción de una lámina del ilustrador que te gusta, pero los derechos de explotación siguen siendo del artista. En el caso de que estés comprando una obra original y única, estarás pagando para poder tenerla en tu casa, pero eso no te da el derecho de hacer reproducciones y lucrarte con el trabajo del creador sin su consentimiento.
Si aún sigues pensando: ¡Pero si he visto a otros que sí lo hacen y no les ha pasado nada! ¿por qué tú no?
Por tu bien, por el bien de tu marca y por ética profesional.
Cuando contactes o escribas para hacer un encargo, la intención de un/a profesional de verdad será ofrecerte material de calidad, un diseño exclusivo, algo de primera mano. Imagina que vas a una cafetería y te ofrecen un café relleno a base de restos de las tazas que otros clientes dejaron en otras mesas al marcharse. Huele a café, sabe a café, incluso podría pasar por un café de primera mano para alguien que no haya visto su origen, ¿cierto? Por un lado, si aceptases ese café estarías poniendo en riesgo tu salud, y por el otro, si las cafeterías tomasen éste tipo de actitudes pondrían en peligro su propio establecimiento y las autoridades sanitarias intervendrían, lo cerrarían y llevarían al propietario ante los tribunales.
Algo similar sucede a la hora de hacer encargos que impliquen malas prácticas por parte del profesional que diseñe o ilustre, la salud de la marca del cliente peligra, ya que si se descubre una explotación no autorizada te pueden sancionar por violar los derechos de autor o copyright, y acabar pagando un precio mucho mayor que si hubieses encargado un diseño de calidad por un poco más de dinero. El diseñador o ilustrador que lo haga también está arriesgando su propio negocio y perjudicándose a sí mismo, ya que si es un profesional responsable debería estar suficientemente informado para renunciar a dichos encargos y asesorar al cliente ofreciendo la mejor opción para evitar acabar ante los tribunales.
Es responsabilidad de todos evitar éste tipo de prácticas que no nos hacen bien a nadie.
Espero que mi post os sea de utilidad. Si tenéis alguna sugerencia o alguna crítica constructiva que hacer estoy a vuestra disposición.
¡Un beso! Muchas gracias por leer mis letras 🙂
Eve Mae.
por Eve Mae | May 23, 2018 | Artículos, Tips para clientes, What I think
¡Hola, querido lector/a!
¿Quieres pedir a un ilustrador/a freelance que trabaje para ti y no sabes muy bien cómo hacerlo o desconfías de que salga corriendo con tu dinero?
Me llamo Eve Mae, soy ilustradora y dibujante de cómics y, desde mi experiencia, me gustaría ayudarte a aclarar algunas dudas a través de éste post para evitar que te lleves un disgusto cuando decidas hacer un encargo a un ilustrador/a freelance.
Como para todo en ésta vida, la comunicación es súper importante, por lo tanto será imprescindible entablar una conversación con el/la profesional para que ambos lleguéis a un acuerdo. Paso a contarte las 5 claves que deberás tener en cuenta a la hora de hacer tu encargo.
- Busca referencias del trabajo del artista.
Ojea sus redes sociales, visita su portfolio on-line para ver si su estilo encaja con lo que andas buscando e infórmate sobre lo que ha hecho. En algunos perfiles podrás encontrar valoraciones de clientes que dejarán entrever si es un profesional de confianza.
- Contacta con él o ella.
Si te transmite confianza y te gusta su trabajo no tengas miedo de escribirle un e-mail para contarle brevemente lo que andas buscando y por qué piensas que su trabajo encaja con tu proyecto o encargo. Si contesta y se interesa pasa al punto tres y extiéndete con la explicación del proyecto.
- Pregunta dudas y pídele presupuesto.
Estoy segura de que ya sabes que éste tipo de encargos valen dinero, por lo que vamos a obviar la parte en que comento que el trabajo del artista no se hace gratis y saco las antorchas y tal. Ahora bien, reflexionemos un momento: ¿Cuánto estás dispuesto/a a invertir? Ok, no lo digas, guarda esa cantidad en tu mente y pregúntale cuánto cobra por el servicio. No le digas lo que tiene que cobrarte a no ser que te parezca justo pagarle más y por Dios, no le regatees el precio. Si te dice un precio y está fuera de tu alcance en ese momento, siempre puedes posponer el encargo o consultar a otro profesional, con decir que no te lo puedes permitir y dar las gracias será suficiente. Si trabajas en una organización pero andas corto de presupuesto y ves algún modo de generar beneficios al artista mediante un intercambio de servicios con un plus económico o una compensación material estará bien que preguntes al ilustrador/a si está abierto a llegar a un acuerdo. Si no acepta las condiciones no insistas ni discutas, tú eres libre de preguntar y él o ella será libre de declinar si no le parecen unas condiciones oportunas.
- Procura cerrar el acuerdo por escrito.
Si el ilustrador/a acepta y es un profesional en activo es probable que te pida un tanto por adelantado para formalizar el encargo. Para que ambos estéis seguros será bueno que hagáis un acuerdo por escrito (un intercambio de e-mails puede valer) fijando la fecha de entrega, enumerando los detalles del briefing y los modos de pago y cobro. (El briefing es un informe técnico donde se recopilan todos los detalles del encargo y las condiciones habladas entre cliente e ilustrador)
- “Hemos acabado y no me gusta el trabajo que me ha hecho”.
Como decían nuestras abuelas: Vale más prevenir que curar.
Te cuento lo que hay que hacer para prevenir ésta situación:
Para evitar sorpresas de éste tipo pregunta desde un principio al artista qué información necesita, si cobra por las modificaciones y cuántos bocetos o pruebas cubren el presupuesto que habéis acordado. La búsqueda inicial del portfolio o de pruebas que guarden similitud con el trabajo que precisas que te haga el ilustrador sirve para que ésta desagradable situación se dé el mínimo de veces posible, ya que esto sucede cuando la comunicación entre ambos no funciona o cuando vas buscando un estilo que no encaja con el/la artista. Si es posible pide al ilustrador/a que te muestre los bocetos previos para ajustar la idea a lo que necesitas, y si no sabes explicar tu idea con palabras busca imágenes de calidad que hablen por ti, referencias sin pixelar que se aproximen el máximo posible a la idea que tienes en mente. (Ten en cuenta que tendrás que respetar el estilo del artista, las referencias son solo un punto de partida.)
Si el error ha sido tuyo por un despiste o te has dado cuenta de que querías algo y no avisaste hasta que has visto el trabajo acabado tendrás que acordar con el profesional una serie de retoques que se sumarán al presupuesto inicial (a no ser que hayáis acordado otra cosa). En cambio, si el trabajo está acabado y ha sido fallo del ilustrador/a porque se equivocó al ejecutar el encargo (puede pasar que se confunda con el color o con algún detalle que pediste), éste deberá corregir lo que sea preciso y hacer los retoques oportunos para satisfacer el encargo dentro de las condiciones acordadas.
Bonus tip:
El post que viene os daré nuevas pistas para que aprendamos a distinguir lo que se puede pedir a un ilustrador y lo que no.
Si te quedan dudas o crees que hay alguna cosa que se puede mejorar en éste artículo escríbeme a través de mis redes sociales o por correo electrónico, las críticas constructivas serán bienvenidas y aplicadas. 🙂
¡Nos leemos el próximo sábado!
Un beso,
Eve Mae.
por Eve Mae | Ene 1, 2017 | Artículos, What I think
Hola a todos, en ésta ocasión quiero hablaros del backstage de la ilustración, el lado oculto del trabajo, algo que está siempre presente durante el alumbramiento creativo… las emociones.
¿Qué son las emociones?
Son un conjunto de sensaciones que nacen del mensaje que nos decimos acerca de los estímulos externos que nos suceden a diario, que, al exteriorizarlas nos definen dentro de unos estados u otros.
A día de hoy, al entendimiento de las emociones se le llama inteligencia emocional, como decía Sócrates «Conócete a ti mismo» es el mejor punto de partida para dar lo mejor de ti al mundo exterior y hacerlo de una forma equilibrada. La inteligencia emocional, por tanto, es la habilidad de reconocer las emociones propias y saber apreciar las de los demás para actuar y pensar en consecuencia poniendo en práctica nuestra inteligencia racional (pensamiento lógico).
[blockquote author=»» link=»» target=»_blank»]»Conócete a ti mismo» es el mejor punto de partida para dar lo mejor de ti al mundo exterior y hacerlo de una forma equilibrada.[/blockquote]
Muy bien, y… ¿Qué tiene que ver ésto con la creatividad? Las emociones son un motor que nos puede llevar al momento creativo, creas para satisfacer la necesidad de transmitir, de llegar a la gente que te rodea, para contar algo que llevas adentro buscas una sincronía entre los sentimientos que albergas y la obra, y la mejor manera de transmitir lo que sientes es utilizar el lenguaje artístico con el que mejor te expresas (Pintura, literatura, música, danza, cine…); todo ésto desemboca en un ejercicio que hace aflorar tu creatividad.
La interpretación que hacemos de nuestras emociones durante el proceso de creación es la responsable que prende la mecha de la pasión.
Pasión (motivación)+oficio (técnica, talento entrenado)+ perseverancia (tiempo+experiencia+errores) = ÉXITO
¿Cuál es el significado del éxito?
[blockquote author=»» link=»» target=»_blank»](…) si lo que te sucede te hace más fuerte o alimenta tu experiencia vital de forma positiva, eso es un modo de obtener éxito[/blockquote]
Para mi entre otras cosas, éxito es poder gozar de tu mejor cualidad y sentir en positivo la crítica constructiva o la sinergia entre la creadora, la obra y el receptor. Creo que si lo que te sucede te hace más fuerte o alimenta tu experiencia vital de forma positiva, eso es un modo de obtener éxito.
Pienso que el éxito como la felicidad son parte en un proceso, no un estado sólido o hierático, no creo en los extremos, sino que realmente, cuando una persona se dedica a un trabajo, ya sea artístico o no, los niveles de felicidad y éxito están en constante movimiento dependiendo de las emociones que sintamos y hagamos sentir. Hay un círculo vicioso en la relación entre felicidad y éxito, puesto que según nuestra sensación de éxito, la felicidad va y viene, y dependiendo de nuestro estado de ánimo podemos ser más o menos proclives a obtenerlo desempeñando con mayor o menor efectividad nuestro trabajo.
Explico ésto último y os cuento qué tiene que ver con el proceso de creación artístico:
Las emociones negativas bien gestionadas (Te dicen que no puedes, no sabes, no eres capaz), en algunos casos son las que transformadas en coraje (Del fr. Coeur, «corazón», rage que significa rabia), nos mueven a dedicarnos a lo que realmente nos apasiona para poder demostrar(nos) el «Yo sí que puedo», ésta frustración pasajera -te frustras porque algo realmente te importa, tiene un valor para ti- te da motivos para (trabajando) demostrar que se equivocan, creces, corriges tus errores, disfrutas del proceso y sientes el esperado éxito cuando conectas contigo mismo y con el público en éste bello acto comunicativo que llamamos ARTE.
[idea]Las emociones negativas bien gestionadas pueden ser un importante motor para llevar a cabo nuestro propósito. La idea es transformar la frustración en energía de superación y mejora. Crecemos desde dentro para ser cada día mejores de lo que fuimos ayer.[/idea]
Por último me despido con una reflexión del gran Leonardo da Vinci:
«Donde el alma no trabaja junto con las manos, ahí, no hay arte.»
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por Eve Mae | Ene 1, 2017 | Artículos, What I think
Es muy común encontrar a personas que confunden el significado e implicaciones del talento en un trabajo artístico o con algún tipo de intervención creativa.
¿Qué es el talento y qué entendemos por talento?
El
talento es un indicio que muestra nuestra inteligencia más receptiva a ciertas actividades, esto es, si algo se te da bien, tu inteligencia (de forma intrínseca, por naturaleza) se activa y hace que sientas facilidad para realizar una actividad que, normalmente, por el hecho de que se nos dé bien, nos provoca placer y sensación de autorrealización.
¿Qué se entiende por talento? El hecho de que se nos dé algo bien y nos haga destacar un poco sobre la media, lleva a la gente a confundir el significado del talento y a olvidar que para que ese talento crezca hay que alimentarlo; esto es:
el talento sin trabajo no es nada. El talento es la prueba de que ahí hay un diamante en bruto que hay que pulir, y si no lo trabajas ni lo pules, se confundirá con el resto de piedras, perderá el brillo que en algún momento tuvo y se perderá por el camino.
En actividades artísticas (no descarto que en otras de alta implicación intelectual suceda lo mismo), por falta de conocimiento sobre todo, las personas ajenas a éste campo obvian el trabajo duro y le dan el mérito al TALENTO. P.ej: Es que Pepita tiene mucho talento, por eso dibuja así de bien. Y no piensan en los años que lleva Pepita explotando y trabajando esa mina que encontró bajo el talento para hacerlo así de bien.
[blockquote author=»» link=»» target=»_blank»](…) el talento sin trabajo no es nada. [/blockquote]
La cultura occidental tiene la mala costumbre de asignar el calificativo «inteligente» a las personas que hacen los test CI bien, dando prioridad a los cálculos matemáticos, comprensión lingüística, memoria… sobre el resto de inteligencias de las que disponemos. -Howard Gardner y Sir Ken Robinson tratan ampliamente la teoría de las inteligencias múltiples y el hallazgo del talento, postura que comparto con ellos- ¿Por qué los Matemáticos son llamados inteligentes y a los Artistas se nos llama talentosos? ¿No puede ser increíblemente inteligente una persona que se exprese con su cuerpo o con trazos sobre el papel? Yo diría que sí, y que hace falta apertura mental para dejar de lado la discriminación de las actividades artísticas, entender que la inteligencia es la capacidad de asimilar, comprender unos conceptos para luego aplicarlos en los diferentes problemas que nos vamos encontrando, y que éstos problemas pueden estar ligados a la percepción espacial, a cómo crear una armonía sinfónica, a cómo (nos) sentimos o incluso a cómo nos relacionamos con otros individuos,
valorando éstas como importantes al mismo nivel de las habilidades lingüísticas, de la memoria o de las matemáticas.
Si hay algo que envidio profundamente de Asia, es que ahí se cree en el esfuerzo, en la entrega y la pasión que se pone en lo que se hace.
Así pues, la decisión más importante será a qué te quieres dedicar, cómo lo puedes aprender y qué puedes hacer con lo que ya tienes. [blockquote author=»» link=»» target=»_blank»] Aprende de los errores para hacerte cada vez más grande. [/blockquote]En mi caso, esa siempre ha sido la fórmula que he aplicado para afrontar los nuevos retos que me voy encontrando y atajarlos lo más exitosamente posible -de momento me funciona-. Si algo te apasiona realmente, no cabe que la opción de fracaso sea motivo para tirar la toalla. Parafraseando a Samuel Beckett: Hay que fracasar sin miedo, fracasar, fracasar de nuevo, fracasar mejor. Aprender de los errores para hacerse cada vez más grande.
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por Eve Mae | Ene 1, 2017 | Artículos, What I think
¿Es lo mismo la creatividad que la fantasía? ¿Por qué ligamos la creatividad con la niñez?
Éstas son cuestiones interesantes que hacernos cuando hemos de tratar con personas dedicadas al mundo de las artes, creatividad y fantasía son términos ligados que a menudo se confunden y pueden llevar a malentendidos.
[blockquote author=»» link=»» target=»_blank»]¡Somos un torrente de creatividad desde que nacemos! [/blockquote]
En más de una ocasión me he encontrado con personas que, hablándome despacio y con una mirada tierna de esas de las que se usan para hablar con los niños pequeños me han dejado caer un «Oh, cómo envidio tu mundo de fantasía, vosotros los artistas… que lo hacéis todo con esa imaginación.»
En ese instante se me atraganta hasta el desayuno y me pregunto ¿en serio me ha dicho eso?
Pues bien, para evitarnos visitas a urgencias y posibles infartos creo que es menester que sepan que la fantasía tiene una naturaleza espontánea, son pensamientos o imágenes mentales que aparecen por que sí y la probabilidad de que sucedan o existan en el mundo real es muy limitada.
(Ejemplo 1: Imagina que el suelo de baldosas se convierte en lava y vas galopando sobre una gallina que es un caballo alado)
(Ejemplo 2: Quiero un logotipo que me sirva de cartel, imagen corporativa, que tenga colorines y que sea una página web.)*Ej. 2 Basado en clientes reales y sufrido en propias carnes*
En cambio la
creatividad es una cualidad que nos permite resolver problemas (acciones cotidianas p. ej.) desde varios puntos de vista, creando muchas soluciones que puede que no hayan sido propuestas todavía pero que igualmente son válidas. La creatividad esconde una reflexión resolutiva, es decir, piensas, descompones el problema en varios problemas más pequeños y luego te enfrentas a ellos solucionándolos con varias ideas diferentes.
(…)el creativo puede serlo en cualquier oficio
La mente de las personas creativas funciona así, además cuanto más lo haces más fácil te resulta después. Lo mejor de todo es que el que es creativo puede serlo en cualquier oficio, no solo en el artístico: matemáticos, informáticos, peluqueros, bailarines… y ese toque de creatividad sumado a la pasión puede desencadenar resultados muy positivos y enriquecedores.
Aquellos que no lo entienden lo atañen a la niñez, relacionan éste proceso con la única etapa de su vida en la que eran libres para ser creativos y lo enfocan de forma negativa debido a su frustración por el miedo a equivocarse o a que rechacen sus ideas -gracias a éste sistema educativo que se alimenta de la falta de creatividad- tal como les enseñaron en su más tierna infancia.
La relación que hacen es tal que así: Creatividad=fantasía=niñez=persona inmadura e infantil.
Entonces: Persona creativa= Persona inmadura e infantil. Lo cual es totalmente incorrecto.
La creatividad es una cualidad innata a la par que adquirida del ser humano, ¡somos un torrente de creatividad desde que nacemos! pero ésta funciona como un músculo que se traduce en talento, los que la entrenan acaban desarrollando todo su potencial, y a los que no la utilizan se les acaba atrofiando.
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